Después de pasar un maravilloso
mes de agosto en la granja de los abuelos, las vacaciones llegaron a su fin, y
con ellas, el verano. El regreso a casa siempre era un poco triste porque me recordaba
que pronto volverían los madrugones, el sonido estridente del despertador, el
regreso a las clases…en fin, la vuelta a la rutina. Sin embargo, aún faltaban
unos días para todo eso. Así que en vez de lamentarme, preferí seguir
saboreando el tiempo que había pasado en el pueblo.
¡Fueron unas semanas estupendas! Nunca
había prisas y todo era paz y tranquilidad. Reconozco que hice un poco la
vagoneta, como solía decir mi papá. Pero no solo dediqué mi tiempo a dormir y a
jugar, también ayudé a la abuela en las tareas de la casa, mientras mi hermano
Pedro hacía lo mismo con el abuelo ayudándole con los animales de la granja.
Después de comer nos íbamos a la piscina que el abuelo había construido para
nosotros y nos pasábamos toda la tarde bañándonos, tirándonos de cabeza, en
bomba, haciendo carreras o largos, como decía mi hermano…¡Era genial!
Aunque lo mejor de todo sucedía
durante los fines de semana porque era cuando venían nuestros padres. A ellos
les hubiese gustado estar todos los días con nosotros, pero mi madre no podía
cerrar su negocio, una pequeña peluquería de barrio de la que dependía mi
familia. Por lo que irse de vacaciones todo el mes era un lujo que no podían
permitirse. Era por eso que solo venían esos dos días, así aprovechaban para
descansar un poco y poder estar todos juntos.
Sin embargo lo mejor ocurrió en el
último fin de semana. Esta vez no vinieron ellos solos sino que aparecieron acompañados
de nuestros vecinos. Hugo, que era de la edad de mi hermano Pedro, sus padres e
Iker, su perrito, un pequeño Yorkshire muy juguetón. Fue toda una sorpresa y
nos alegramos mucho al verles. Era una familia con la que nos llevábamos muy
bien y no solo porque fuésemos vecinos sino porque también éramos amigos. Hugo
y su perrito casi pasaban más tiempo en mi casa que en la suya propia, y sus
padres, se llevaban estupendamente con los míos. Además mi mamá y la suya eran
amigas desde la infancia y se querían mucho.
Así que después de saludarnos
efusivamente, con besos y abrazos, mi hermano Pedro se ofreció para enseñarle
la granja a Hugo.
-¿Puedo ir mamá? -le preguntó
Hugo a su madre.
-Pues claro que puedes, pero no
os entretengáis mucho que cenamos en un rato -respondió mi abuela sin dar
tiempo a que su mamá contestase, mientras les invitaba a pasar al interior de
la casa.
-Gracias abuela. Será mejor que
Iker se quede con María ¿te importa cuidarlo peque? -me preguntó mi hermano.
-Pues claro que no, me quedo con
él encantada -le dije al tiempo que agarraba al perrito por su correa.
Iker movía su rabito sin parar, como
si la idea de quedarse conmigo le gustase. Me agaché para acariciarlo y él me dio
unos cuantos lametones en señal de agradecimiento. Fue en ese momento cuando vi
a los chicos que salían corriendo hacia la parte de atrás de la granja que era donde
se encontraban los animales. Entonces me levanté y agarré a Iker para entrar en
la casa.
Desde la ventana del salón pude
observar como corrían por el patio hablando sin parar, contentos de poder pasar
el fin de semana juntos. Se encaminaron al establo y después de presentarle a
las vacas, cerdos, ovejas, gallinas y conejos, Pedro llevó a Hugo a ver la
piscina, y creo que fue lo que más le gustó de todo, porque nada más verla ya
quería darse un baño. Entonces apareció el abuelo y les explicó que era mejor
esperar al día siguiente porque ya estaba anocheciendo y no quería que se
resfriara nadie. Comprendieron que él tenía razón, así que obedecieron a
regañadientes y regresaron a la casa
para cenar.
Una hora más tarde la cena estaba
preparada y todos nos sentamos para degustar los riquísimos platos que había
preparado la abuela. Durante la cena nadie hablaba ya que todos estábamos muy
ocupados saboreando la empanada de bacalao, el guiso de carne, las patatas
asadas y el pan casero. Ya estábamos terminando cuando mi mamá nos dice que
Silvia, que es como se llama la madre de Hugo, tiene una noticia muy importante
que darnos. Nos quedamos en silencio mirándola y esperando impacientes a que
nos lo contase.
-Bueno, como ya sabéis en mi
tiempo libre escribo cuentos infantiles y tengo uno que se titula “Los
misteriosos sueños de Hugo”, que lo he mandado a muchas editoriales. Pensaba
que quizás a alguna le gustaría y querría publicármelo. Pues bien, unos meses más
tarde una editorial me contestó. Me llamaron a casa, diciéndome que les gustaba
mi cuento y que querían publicarlo. Ni que decir tiene que casi me desmayo al
escucharlos. Así que, aproximadamente sobre Noviembre verá la luz mi primera
historia.
-¡Felicidades! ¡Enhorabuena!
Sabíamos que lo conseguirías -decían mis abuelos emocionados con la buenísima
noticia.
-¡Jolines que suerte Hugo! ¡Eres
el protagonista del cuento! ¡Te vas hacer famoso! -exclamé mientras Hugo se
ruborizada entre las risas de los demás al verle así.
-Tienes razón María, él es el
protagonista y el que inspiró este relato -me explicó su mamá.
-¡Es fantástico Silvia! Al final
tanto trabajo tiene su recompensa -hablaba mi papá.
-¡Nos alegramos tanto por ti! Quiero
que sepas que siempre creímos que algún día esto ocurriría, estábamos seguros
que solo era cuestión de tiempo -dijo mi mamá con la voz entrecortada.
-Gracias, de verdad no sé qué
deciros. Me siento tan feliz y al mismo tiempo me cuesta creer que esto me esté
pasando. Por supuesto, estáis invitados cuando se haga la presentación del
cuento -contestó la mamá de Hugo emocionada y agradecida por nuestras muestras
de cariño.
-¡Qué bien! Claro que iremos
¿verdad mami? Además yo quiero un cuento dedicado ¿me lo firmarás Silvia? -le
pregunté.
-Pues claro que sí mi niña, a ti
a la primera de todas -me contestó con una enorme sonrisa.
-¿Sabes una cosa? Yo también
escribo, tengo un diario donde cuento todas mis cosas. A lo mejor un día también
le gusta a alguien y me lo publican ¿no crees? -le pregunté.
-Eso está muy bien, yo empecé
así, escribiendo un diario. Además tú eres una niña muy lista y estoy segura de
que conseguirás todo lo que te propongas María. Recuerda no rendirte jamás, al
final los sueños se cumplen sí de verdad crees en ellos -me contó.
En ese momento recordé las veces
que mi madre me contó lo maravilloso que sería que Silvia consiguiese algún día
que una editorial creyese en ella y le publicase alguno de sus cuentos. Aquella
era una afición que le venía desde muy pequeña. Solía inventarse historias que
luego se las relataba a sus amigas…de brujas, de hadas, de princesas encantadas
y de seres mágicos. Mi mamá decía que tenía una imaginación desbordante y que era
capaz de inventarse un relato en tan solo unos minutos.
Pasaron los años y Silvia siguió
escribiendo durante su juventud, siempre como un hobbie, una manera más de
expresar lo que sentía. Aunque albergaba la esperanza de que, quizás, algún día,
sus cuentos vieran la luz y muchos niños podrían leerlos. Un sueño que ahora se
hacía realidad, gracias a su talento para contar historias y también gracias a
que una editorial confío en ella. Por fin uno de sus cuentos llegaría a las
librerías.
Finalmente me he dado cuenta de
que Silvia tenía razón, los sueños pueden cumplirse y ella era la mejor prueba.
Es por eso que he decidido que no voy a rendirme en mi empeño de derrotar a la
Señora Crisis. Sé que podré con ella y que la venceré.
¡ Escribes muy bonito Lúa Máxica ! Besos
ResponderEliminarGracias Ceci, me alegro que te guste guapa.
EliminarUn biquiño!!
Preciosa la historia y no sé por qué, me huelo que eso del libro que mencionas en esta historia es real. Y me da un cierto cosquilleo pensar que la autora de María, es también la autora del libro ¿ERES TÚ? la Silvia que mencionas ¿ES LUA MAXICA? Aclárame eso preciosa, porque mi hija y yo estamos emocionadas. Después de María, las siguientes en comprar el libro seremos nosotras. Estoy que no me lo creo. Por favor, respóndeme rápido.
ResponderEliminarEres muy lista mi querida amiga. Todas las historias de María tienen un pequeño tinte de realidad pero quizás esta sea la más real de todas. Por supuesto has acertado, yo soy Silvia o Lúa Máxica, al fin y al cabo las dos somos la misma, y sí, van a publicar uno de mis cuentos. No te preocupes que daré todos los detalles cuando llegué el momento.
EliminarSí vosotras estáis emocionadas, imaginaros cómo estoy yo aysss. Gracias por tu apoyo mi querida amiga, por tus ánimos y por estar siempre ahí. Aunque lo que más te agradezco es que siempre has creído en mí.
Un biquiño enorme para ti y otro para tu niña.
Bueno, Doña Escritora, no sabes la emoción que recorre mi cuerpo. Espero que nos vayas informando en este blog para que podamos comprar el libro. Supongo que no has pagado ni medio euro por tu libro y que fue una editorial valiente la que confió en ti ¿me equivoco?
EliminarMuchas gracias y por supuesto que iré informando de todos los detalles de la publicación. La verdad es que hoy en día es muy difícil publicar, yo me siento afortunada de que una editorial haya apostado por mí sin que yo tuviese que pagar nada.
EliminarYa sé que la auto edición es algo bastante común en estos tiempos pero yo no quería que mis cuentos se publicasen así. Por eso esto es un sueño que se ha convertido en una maravillosa realidad.
Un biquiño mi querida amiga.
Precioso LUA!!!! Tu sueño se ha cumplido hermosa y yo me siento super feliz nena. Me encantan los relatos de nuestra adorable María y poder leer muchísimos.
ResponderEliminarBesitos reina.
Muchas gracias María, me alegro que te gusten nena. Me siento emocionada y feliz por todo el apoyo que estoy recibiendo.
EliminarUn biquiño enorme guapa
Buenas noches Lua ,que mejor manera de volver a la rutina que con una noticia como esta, no sabes las ganas que tengo que llegue el dia de la presentación y podermelo llevar calentito y firmado por su autora.Enhorabuena luchadora ,te mereces eso y mucho mas.
ResponderEliminarUn biquiño enorme
Buenas noches Jose, volver con buenas noticias siempre es lo mejor, pero esta es inesperada y un sueño cumplido. Gracias corazón por todo tu apoyo y tu cariño para mí y para mi María.
ResponderEliminarPor supuesto que te lo llevarás firmado y calentito jajaja.
Muchos biquiños guapo
Enhorabuena Silvia. Tu sueño relatado en una historia de maría . Felicidades y que todos esto sea el inicio de algo maravilloso que está por llegar. Ya lo verás. Seguiremos tu trayectoria como escritora y como persona. Un abrazo grande :)
ResponderEliminarMuchas gracias Rober y eso espero. Me apetecía hacer una historia para contarle a todos los seguidores del blog la maravillosa noticia. Me alegro que te gustase y ya te iré contado según avancen las cosas.
EliminarUn biquiño corazón
Esta si es una gran manera de terminar las vacaciones y adentrarse en la rutina, enhorabuena por esta historia y sobretodo por esa bien merecida noticia. Te lo has currado guapa
ResponderEliminarMuchas gracias Juan
EliminarUn biquiño
¡Buenas tardes Lua! Qué linda la historia de hoy, ya veo que María estuvo feliz en casa de los abuelos y para rematarla aparecen sus amigos, bonito final de vacaciones. Y la noticia de de la publicación del cuento ya fue lo máximo me alegro aunque veo que cambias de nombre jejejejej para despistar pero no cuaja Lua ,ya te dije lo que me alegro y sea el comienzo de muchos éxitos te lo mereces porque vales mucho .Mi apoyo siempre lo tienes soy tu fans y amiga ya lo sabes feliz tarde.
ResponderEliminarBikiños preciosa
¡Buenas tardes Mila! Me alegro que te guste la historia y no cambio de nombre cielo, simplemente que voy a publicar con el mío que es Silvia, aunque seguiré siendo Lúa en el blog, al fin y al cabo las dos somos la misma Gracias por tu apoyo y por estar siempre ahí, eres un angel y me siento feliz de tenerte a mi lado.
EliminarMuchos biquiños linda
Un relato muy bonito y con un final muy feliz !!!
ResponderEliminarMuchas gracias Marko, me alegro que te guste.
EliminarUn biquiño gaiteiro