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jueves, 11 de abril de 2013

Fuimos a conocer a Candela

-María, esta tarde quiero que vengas conmigo a visitar a una amiga mía -me dijo mamá al terminar de comer.

-Muy bien mami ¿Y quien es? ¿Y porqué quieres que vaya? -pregunté extrañada de que quisiera llevarme.

-¿Recuerdas a Nuria? -me preguntó

-Pues claro que sí, es la que está esperando un bebé ¿verdad? -le dije.

-Sí, esa misma. Pues hace una semana nació su niña, se llama Candela, y me apetece mucho que vengas conmigo a conocerla -me contó con una sonrisa.

-¡Qué bien! Pues claro que iré encantada ¿y podré cogerla en brazos? -pregunté emocionada con la idea de ver a un bebé chiquitito.

-Bueno tranquila, es muy pequeñita y hay que tener mucho cuidado. Pero seguro que te la deja coger un poquito -habló mi mamá.

-¡Estupendo! Te prometo que tendré mucho cuidado -le dije muy contenta.

Mientras acabábamos de recoger la cocina, recordé que unos días antes de semana santa, Nuria vino a nuestra casa a charlar con mamá. Era una persona muy amable y siempre que me veía me daba un par de besos, al tiempo que me decía lo grande y guapa que estaba. También recordé que tenía una barriga enorme, y eso era porque un bebé crecía dentro de ella. Aunque a mí, me parecía imposible que una personita cupiese allí dentro. No podía dejar de pensar que cómo era posible que la barriga se estirase tanto ¡Si parecía que le iba a explotar! Tanto me intrigaba que le pedí permiso para tocarla, y cuando me dejó acariciársela, pude sentir unos movimientos extraños allí dentro que me asustaron un poco.

-Tranquila María, es el bebé que se mueve y da pataditas -me explicó Nuria.

-Claro no me extraña, seguro que estará muy apretadita ahí dentro -le dije.

-Supongo que tienes razón, la verdad es que tengo ganas de que salga y verle la carita -me contestó sonriendo.

-Bueno tranquila que ya no te queda nada, en unas semanas la tendrás aquí -le dijo mi mamá.

-Pues yo muy tranquila no estaría, y es mejor que  tengas cuidado, porque un día de estos te da una patada fuerte y te sale disparada -comenté preocupada.

-Pero que cosas se te ocurren nena. Anda ve hacer los deberes -habló mi mamá entre risas.

Tan ensimismada estaba en mis recuerdos que no me dí cuenta de que ya era la hora de irnos. Así que me fui corriendo a mi habitación para coger una chaqueta y rápidamente bajé al garaje donde me esperaba mamá. Tuvimos que ir en el coche porque vivían en una urbanización preciosa que había en la otra punta de la ciudad. Por el camino mamá me fue contando cosas de su amiga, de cuando se conocieron y de todas las confidencias que compartían. Ellas habían trabajado juntas hacía unos años y además de compañeras se hicieron grandes amigas. Solían quedar para tomar café, ir de compras juntas o simplemente se veían para charlar de sus cosas.

Fue así, casi sin darme cuenta como llegamos a la casa de Nuria. Esta ya nos había abierto el portal por lo que no hizo falta timbrarle. Subimos en el ascensor hasta el octavo piso y allí nos esperaba con Candela en brazos. Tanto mi mamá como yo suspiramos a la vez diciéndole ¡Qué linda! Después de besarnos y abrazarnos, nos invitó a entrar en su casa. Nos hizo pasar al salón donde tenía una mesita con galletas y bombones por si nos apetecía comer algo. Pero mi mamá lo único que quería era coger a la niña en sus brazos, y la verdad, es que yo también.

-¡Es preciosa nena! -le dijo mi madre al cogerla.

-Bueno qué te voy a decir yo, si es mi peque -le contestó Nuria ligeramente emocionada.

-Se parece a ti, con esta carita redondita y esos ojitos tan bonitos -siguió diciéndole mi mamá.

-Pues yo no le veo parecido con nadie, es un bebé muy bonito y punto -dije de pronto.

-Eso es porque tú no entiendes María, cuando seas mayor ya sabrás sacar los parecidos -me respondió mi madre.

-¿Quieres cogerla un poquito? -me preguntó Nuria.

-¡Oh sí, eso me encantaría! -respondí sorprendida de que me dejase.

Entonces me mandaron sentarme en el sofá y con mucho cuidado colocaron al bebé en mi regazo. Al tiempo que pasaba uno de mis brazos por detrás de su cabecita para sujetarla mejor. Aunque creo que no se sentía muy segura, porque enseguida me agarró un dedo con su diminuta manita, como diciéndome que no la soltara. Me miraba fijamente con sus ojitos bien abiertos y hasta me pareció que esbozaba una pequeña sonrisa.

-Me parece que le gustas María -me dijo Nuria.

-¿Tú crees? Pues me alegro, y si alguna vez necesitas una canguro para cuidarla, cuenta conmigo -le respondí con una sonrisa.

-Eso por supuesto, estoy segura de que no hay nadie mejor que tú para atenderla -me contestó.

-Además yo puedo enseñarle muchas cosas, a leer, escribir, sumar, restar, etc. Que ahora con la crisis esta todo muy complicado, y cuanto más pronto aprenda, mucho mejor -le expliqué muy seria.

En ese momento, las dos se pusieron a reír a carcajadas al escuchar mis palabras. Mientras mi mamá me decía que no corriese tanto que aún era muy pronto para esas cosas. A pesar de sus risas, sigo pensando que cuanto más preparada esté para el futuro mucho mejor. Candela me miraba como si entendiese lo que estaba diciendo, y creo que sí me entendía, porque apretaba mi dedo con fuerza y me sonreía ligeramente.

Me encantó conocerla y fue una tarde estupenda en casa de Nuria. La felicidad se respiraba en su hogar con la llegada de Candela. Tanto ella como Camilo, su marido y papá del bebé, estaban radiantes con su niña. Mi mamá y yo les deseamos lo mejor del mundo para los tres porque se lo merecen. La verdad es que me costó mucho marcharme, pero Nuria me dijo que podría volver siempre que quisiera.

12 comentarios:

  1. Ohhh, que tierna la historia, Candela y María que una vez más se ofrece para todo, jejee. Si hiciera todo lo que se propone y ofrece a los demás no le quedaría tiempo para ella. Bicos Lúa y felicidades por tu historia de hoy. Sigue así.

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    1. Ella es así siempre se ofrece para ayudar, pero tienes razón a este paso no tendrá tiempo para ella. Gracias amiga por tu comentario y por estar siempre ahí.

      Un biquiño

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  2. Preciosa historia Lua me encanto..se palpa la ternura! Bienvenida Candela, y felicidades a sus papas y amigos. Son una bendicion en tiempos de crisis o no..traen un nuevo significado a la vida.

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    1. Gracias Debbie, sí que son una bendición. Una nueva vida que empieza llena de ilusión y esperanza. Me alegro que te gustase la historia.

      Un biquiño amiga

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  3. Mila Miguélez Teixeira12 de abril de 2013, 0:21

    ¡Buenas noches Lua !Qué bonita la historia de hoy cuanta dulzura me encanta ,María se presta a todo es un encanto .La verdad hasta me hizo reír con sus salidas es un encanto de niña .Gracias por esta bella historia Lua cada día te superas .Feliz noche preciosa.

    Bikiños linda

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  4. ¡Buenas noches Mila! Me alegro que te gustase, y sí que es tierna y real también. Candela es la niña de una amiga mia que nació hace unas semanas y me apetecía mucho dedicarle esta historia. María por supuesto siempre dispuesta a ayudar en todo jajajaja. Gracias cariño por tu apoyo y tus palabras.

    Feliz noche y montones de biquiños preciosa

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  5. Cada vez me gusta mas María,su sinceridad engancha y es una historia que me recuerda a mi reciente nieta,gracias por brindarnos unos escritos que hacen que seamos más humanos,mis felicitaciones

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    1. Gracias Carlos y me alegro que te guste. La llegada de una nueva vida siempre hay que celebrarla, es un motivo de alegría y felicidad. Disfruta mucho de tu nieta que te lo mereces.

      Un biquiño amigo

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  6. Felicidades por esta nueva entrega de Maria. Me ha hecho reír con sus ocurrencias sobre la barriga de embarazada de nuria. Un homenaje a esa natalidad que cada vez está más lejana pero que sigue siendo maravillosa y necesaria.. Gracias por dejarnos disfrutar de tus creaciones. Un abrazo :)

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    1. Sin natalidad no tendríamos futuro es por eso que cada nueva vida que llega es motivo de felicidad. Gracias Roberto y me alegro que te haya gustado la historia de hoy.

      Un biquiño amigo

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  7. ESTA MARIA ES UN AMOR DULCE INTELIGENTE ME HACE REIR Y AL MISMO TIEMPO ME DA MUCHA TERNURA GANAS DE ARRECHUCHARLA, HERMOSA HISTORIA Y TAN REAL COMO LA VIDA MISMA BIQUIÑOS, MARIA Y BIQUIÑOS A LUA UN AMOR

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    1. Me alegro que te gustase la historia Asun. Es cierto que María es todo ternura y muy espabilada también. Gracias cielo por tu comentario.

      Un biquiño guapa

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