Este año las navidades fueron un
poco extrañas. Normalmente las pasábamos en el pueblo, en la granja de los
abuelos. Pero esta vez no pudo ser, porque la abuelita se puso enferma y
tuvieron que llevarla al hospital. Al principio yo me asusté mucho porque
pensaba que tenía algo malo. No paraba de preguntarle a papá qué le ocurría a
mi abuela, pero él siempre me decía que no había nada de que preocuparse, que
era algo sin importancia. No entiendo
porque a los mayores les cuesta tanto decir la verdad, si era cierto que no pasaba
nada ¿Por qué estaba en el hospital? ¿Por qué llevaban días con caras tristes?
¿Acaso creían que si no me lo contaban no me enteraría?
Como nadie contestaba mis
preguntas, decidí interrogar a mi hermano Pedro a pesar de que no esperaba
muchas respuestas por su parte, ya que él nunca se enteraba de nada. Pero esta
vez me sorprendió y le agradecí mucho que me contase la verdad. Fue la primera
vez que vi a mi hermano, preocupado por algo más que la ropa que se pondría, el
peinado que llevaría o la música que más sonaba.
-La abuela tiene un tumor y
tienen que operarla, aunque no es grave y seguramente se recuperará muy pronto
-me explicó muy serio.
-¿Qué es un tumor? -pregunté sorprendida.
-Para que lo entiendas, te diré
que es como un bulto que nace dentro del cuerpo y si no se quita te puede hacer
daño -me contó.
-Ah entiendo, entonces una vez
que se lo quiten se pondrá bien ¿verdad?
-Pues claro que sí María -me dijo
mi hermano con una sonrisa que me tranquilizó mucho, ya que al fin, comenzaba a
entender lo que pasaba.
Días después operaron a la abuela
y todo salió estupendamente. Mis padres respiraron aliviados y nuestra casa
recuperó el aire navideño que le faltaba. Una semana más tarde le daban el alta
y por fin pudimos celebrar la navidad todos juntos. Me sentía feliz viendo la
alegría de mi familia, y sobre todo me encantaba tener a los abuelos en casa.
Desde que ellos estaban en casa, las cosas eran un poco diferentes. Por la
mañana ayudaba a la abuela a vestirse, mientras mamá preparaba el desayuno para
todos, y por las tardes salíamos a pasear porque el médico había dicho que eso
era bueno para su recuperación.
Fue así como esta tarde salimos a
dar una vuelta por la ciudad. Por la calle nos encontramos a Asun, una amiga de
la abuela que iba con su nieta Aroa. La niña era casi de mi misma edad y mientras
los mayores charlaban de sus cosas, nosotras no quedamos pasmadas mirando el
escaparate de un comercio enorme de juguetes. Había montones de ellos: juegos,
muñecas, coches teledirigidos, ositos de peluche…era increíble la cantidad de
cosas que tenían allí.
-Oye mamá ¿crees que es aquí
donde los Reyes Magos compran los juguetes? -pregunté muy seria.
-Pues no lo sé nena, pero creo
que aquí es donde los niños pueden elegir lo que más les gusta para después
pedírselo a ellos en las cartas -me explicó.
-Pero si estamos en crisis y no
hay dinero ¿Cómo harán ellos para comprar todos los regalos de los niños?
-pregunté muy seria.
Al escuchar mi pregunta, todos
comenzaron a reírse a carcajadas. Bueno ya empezamos, a saber qué dije en ese
momento…no sé que tuvo de raro mi pregunta. A mi y a Aroa nos pareció de lo más
lógica, teniendo en cuenta que en el mundo vivimos millones de niños. Me
intrigaba saber cómo harían ellos para comprar tantos regalos. Entonces la
abuela me cogió por la mano y me pidió que me sentara con ella en un banco que
había allí al lado.
-Mi pequeña María, los Reyes no
necesitan comprar nada, tesoro, porque ellos son mágicos. Son los magos más
poderosos del mundo, es por eso que saben qué niños se portan bien y cuales se
portan mal -me contó con una dulce sonrisa.
-Entonces puedo pedir lo que
quiera que me lo traerán ya que yo soy muy buena y me portó muy bien -le dije.
-Pues claro mi niña, tú pide las
cosas que más desees. Pero recuerda que no debes ser avariciosa y tienes que
pedir con sensatez.
-Vale abuela, así lo haré -dije mientras
nos despedíamos de Asun y Aroa.
Una vez llegamos a casa, me fui
derecha a mi habitación para escribir la carta a los Reyes Magos. Comencé
saludándolos y deseándoles que estuviesen muy bien. A continuación empecé a
poner los nombres de los juguetes que más me gustaban. Quería una muñeca
Monster High, una Nintendo Ds y la casa de Peppa Pig. De todos ellos el que más
ilusión me hacía era la muñeca. Mi amiga Clara y yo estábamos locas por ellas
porque nos encantaban y eran monstruosamente preciosas.
Casi tenía mi carta terminada,
cuando recordé todo lo que nos había pasado a mi familia y a mí en este último
año. La pérdida de trabajo de papá, los apuros económicos que tenían para
llegar al final del mes, la peluquería que había alquilado mamá y que
funcionaba a duras penas, la imprevista enfermedad de la abuela…En ese momento
me di cuenta que pedir juguetes era un poco egoísta por mi parte. Así que los
taché y les pedí un trabajo para mi papá, clientas para la peluquería de mamá y
salud para todos, sobre todo para mi queridísima abuela. Al fin y al cabo si
ellos están bien yo me siento feliz y no necesito nada más. Solo espero que los
Reyes escuchen mis peticiones y que me concedan lo que les he pedido que para
eso fui muy buena todo el año.
P.D. De todas formas, si a pesar
de todo decidís traerme la muñeca Monster High, quiero que sepáis que me haríais
muy pero que muy feliz.
Por finnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn!! pensé que María se habia ido a la universidad y aquí viene a dejarnos su regalo de reyes. Besos María y lua, felices fiestas y año nuevo. Yo y mi hija os echábamos de menosss.
ResponderEliminarJajaja es un poco pronto para ir a la universidad, ¿no te parece? Gracias Sandunguera y me alegro mucho de estar de vuelta. Feliz año para ti y tu familia guapa.
EliminarUn biquiño amiga
Hola Maria:Soy Aroa,lei tu cuento y me quede muy contenta porque los Reyes son Magicos asi les boy a pedir algunas cositas no muchas porque hace poco fue mi cumple y tengo muchas cosas y Papá Noel Tambien me trajo juguetes a mi hermano támbien se llama (Adriam) aun es pequeño y pide muchas cosas:pero les pido trabajo para muchos papás y que ayuden a la gente que no tiene familia,----Maria leo todos tus cuentos con abuela y mami es curioso mi abu tambien se llama Asun----Te quiero mucho besos---(Aroa)
ResponderEliminarHola Aroa, estoy segura de que los Reyes te traerán todo lo que pidas, porque eres una niña muy buena. Me alegro que te gusten mis cuentos y que los leas con tu mami y la abuela.
EliminarYo también te quiero mucho amiguita y te deseo un muy feliz año nuevo.
Besitos para tu abuela, tu mami, para Adrian y uno muy grande para ti.
María
Seguro que los Reyes Magos (si Nandi no lo impide) le traerán a María esa muñeca, no hay niña que lo merezca más.
ResponderEliminarSe echaba en falta a nuestra querida María.
Muy bueno, Lúa, con susto de abuela pachucha incluido. Espero que el 2013 le depare muchas cosas buenas a María.
¡Feliz Año!
Un biquiño, amiga.
No sé yo eh, después de la que montó Nandi...veremos si tenemos reyes jajaja. Gracias Fernando por estar ahí una vez mas, la verdad es que la abuela nos dio un pequeño susto y es por eso que María no tenía ganas de escribir. Pero ya paso y todo vuelve a la normalidad.
ResponderEliminarFeliz año cuentista, te deseo lo mejor para ti y tu guarida.
Un biquiño amigo
¡Hola Lua! Menos mal qué mi querida María dio ya señales de vida jejejeje pensé que nos había olvidado a todas sus fans. Preciosa y emotiva historia la de hoy ,sigue igual con sus bellos sentimientos ,preciosa de leer y que te llega al alma .Gracias preciosa por dejármela en el muro espero que no tarde tanto en deleitarnos con sus bonitas historias .Feliz tarde bikiños linda
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