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lunes, 14 de mayo de 2012

A los indignados se les acabó el pan

Ya casi había terminado de comer, cuando papá me contó que después de las clases nos iríamos a una manifestación. Había quedado con unos compañeros de trabajo y pensó que sería algo instructivo para mí. No entiendo muy bien que significa manifestación y mucho menos instructivo, pero ir a cualquier sitio con papá siempre es divertido.

En clase le conté a Clara lo que haría al terminar, y cuál fue mi sorpresa cuando ella me explicó que también iría con su tía. Según le habían dicho, en la plaza del ayuntamiento habían montado una especie de campamento urbano y había muchas cosas chulas para ver.

Cuando, por fin, terminaron las clases, Clara y yo salimos disparadas hacia el patio del colegio donde ya nos esperaban mi papá y su tía. Estábamos deseando ver el campamento y pensamos que quizá podríamos quedarnos a dormir. Esa idea nos emocionaba a las dos.

No tardamos mucho en llegar, ya que el colegio estaba muy cerca de la plaza del ayuntamiento. Una vez allí, lo que vimos nos dejó alucinadas. Era el campamento más chachi que habíamos visto jamás. Toda la plaza estaba llena de gente y por eso papá nos advirtió que no nos alejásemos de su lado.

 Había tiendas de campaña de color azul. Algunas eran como las de los mercadillos, y al acercarte, te ofrecían unos papeles escritos con cosas para mayores, que la verdad, a Clara y a mí no nos importaban mucho. Las que más nos gustaron eran las que tenían comida y en una de ellas nos dieron unos churros con chocolate que estaban riquísimos.

También había gente sentada en unas mesas donde explicaban más cosas de mayores, que no lográbamos entender muy bien. Además tenían pancartas con frases raras y sin mucho sentido, aunque hubo una que al leerla me llamó la atención.

“NO HAY PAN PARA TANTO CHORIZO”

-¿Por qué dice que no hay pan para tanto chorizo? ¿Por qué no compran más pan y ya está? -pregunté intrigada a mi papá.

Durante un buen rato, tanto mi papá como la tía de Clara no pararon de reírse, mientras comentaban lo ocurrente de mis preguntas. Yo no entendía que había dicho de gracioso y empezaba a mosquearme tanta risita. Lo único que quería es que me explicaran cuál era el chiste, ya que a Clara y a mí nos parecían muy lógicas mis dudas.

-Lo que pone ahí, es una ironía y significa que hay políticos que se llevan el dinero de la gente y eso hace que las cosas no vayan bien. Por eso les llaman chorizos, que para que lo entiendas significa ladrones -me explicó papá una vez se recuperó de sus risas.

-A ver, no sé si te he entendido bien, pero una ironía es como cuando tú le dices a mamá “no cariño, tú no estás gorda, estás fuerte” -repliqué muy seria.

La tía de Clara y mi papá se quedaron mudos al escucharme, aunque a los pocos segundos volvieron a estallar de risa con mi razonamiento. Cuando por fin pararon, mi papá comenzó a explicarme que aquello era una manifestación, que había hecho la gente que estaba harta de pagar las cosas que hacían mal los gobernantes y los bancos. A todos ellos se les conocía como los “indignados”, que según él, quería decir que estaban enfadados y su manera de protestar pacíficamente, era montando un campamento en la ciudad, cantando, escribiendo pancartas e intentando que los políticos y los banqueros los escucharan para que se cambiaran las cosas.

Una vez despejada la duda de los “chorizos”, debo reconocer que a Clara y a mí nos gustó mucho aquel campamento. Nos lo pasamos genial con aquellas personas tan amables. A pesar de que no entendía muy bien lo que querían, una cosa me quedó clara, deseaban cambiar el mundo.

Ya en casa, comencé a pensar que yo también intentaría cambiar el mío y cuando me obligasen a hacer algo que no me gustase, protestaría y cantaría como los “indignados”. Solo espero que ellos tengan más suerte, pues estoy segura que cuando yo lo haga lo único que conseguiré es irme a la cama sin postre.

5 comentarios:

  1. jaja, que linda María, una vez más preocupada por lo que sucede en el mundo. Curioso porque mi hija lleva todo el fin de semana preguntándome que quienes son esos que están en las calles, qué quieren, etc. Le daré a leer esta historia a ver. Enhorabuena Lua, eres un sol.

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  2. Comparto la anterior opinión. María sería un estupendo y muy didáctico modo de explicar a los niños lo que sucede. Felicidades, Lúa, siempre me gusta leerte.
    Un biquiño.

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  3. Gracias Fernando por tu comentario. Realmente, María nació bajo la idea de que fuese una ayuda para padres que quisieran explicarle a sus hijos lo que ocurre a su alrededor. Los niños necesitan respuestas, y a veces, es díficil dárselas. Yo aporto mi modesto granito de arena, y si de paso ayudo a alguien, pues mejor.
    Un biquiño amigo.

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  4. Gracias Sandunguera, por comentar y por seguirme. Me alegro que esto te pueda ayudar a explicarle las cosas a tu niña y que las dos disfrutéis con mis historias. Un biquiño.

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  5. hecho de menos a María ¿Que se durmió esta semana?

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