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jueves, 21 de febrero de 2013

Mi barrio se moviliza contra los desahucios

Normalmente me cuesta entender a los mayores y esa forma tan extraña que tienen de complicarlo todo. Sin embargo, en este día, tengo que reconocer que los entendí más que nunca. Por primera vez comprendí sus enfados y su rabia. Esto ocurrió porque hoy, sentí esa misma frustración que ellos sienten tantas veces.

Todo comenzó este mediodía. Acababa de llegar del colegio y me fui hacia la cocina para comer. Observé que mis padres estaban cabizbajos y preocupados. Hablaban entre ellos intentado disimular para que no me diese cuenta. No sé cuando van a aprender que sus esfuerzos por ocultarme las cosas no sirven de nada, ya que siempre termino enterándome de todo.

-¿Se puede saber qué pasa? ¿Por qué estáis tristes? -les pregunté.

-No es nada nena, cosas de mayores. Vamos siéntate a comer que se hace tarde -me contestó mamá muy seria.

-Ya estamos con lo de “cosas de mayores”, siempre que no queréis contarme algo me soltáis eso. Si al final me lo acabáis diciendo igual ¡Venga vaaa! ¡Contármelo, por favor! -les dije en un tono muy insistente.

-Tiene razón María. Es mejor que se lo contemos nosotros, al fin y al cabo acabará enterándose -le dijo papá a mamá.

Sabía perfectamente que mi mamá lo hacía por mi bien. Quería protegerme de las cosas malas que pasaban a mí alrededor. En cambio, yo prefería saberlas para poder estar preparada cuando fuese mayor. Además si les afectaba a ellos, también me afectaba a mí.

Entonces papá comenzó a explicarme que en el edificio de al lado nuestro, vivía una familia que lo estaba pasando muy mal. Era una pareja con dos niños pequeños, y al parecer, hacía más de un año que no trabajaban. Todos en el barrio les ayudaban como buenamente podían. Colaborando para comprarles alimentos básicos y cosas necesarias para los niños como: pañales, leche, etc. Pero su situación fue empeorando en los últimos meses y ahora habían dejado de pagar su hipoteca.

-¿Hipoteca? ¿Y eso qué es? -pregunté curiosa.

-Es un dinero que te presta el banco para poder pagar tu casa. Hay que devolvérselo mes a mes pagando una cantidad hasta que se lo devuelves todo. Pero ellos ya no pueden, entonces el banco se queda con su casa y los pone en la calle -me explicó mamá con pena.

-Pero eso no es lo peor. Los muy sinvergüenzas del banco, no solo se conforman con quitarles su casa. Además tendrán que seguir pagándola como si siguieran viviendo en ella -dijo papá enfadado.

-¿Cómo dices? Pero eso no puede ser, no es justo. Si les quitan la casa, lo lógico es que su deuda desaparezca ¿no? -interrogué sin comprender nada.

-Claro María, pero por desgracia las cosas no funcionan así. Este es un mundo injusto, donde ser pobre se castiga muy duramente -dijo papá cada vez más enfadado.

-Pero algo habrá que podamos hacer. No podemos consentir que pasen esas cosas. Ellos no tienen la culpa de no tener dinero -hablé preocupada.

Fue entonces, cuando mamá me contó que los vecinos habían creado una plataforma que se llamaba “STOP DESAHUCIOS” Esto significaba que estábamos en contra del desalojo de las familias que no podían pagar sus viviendas. El barrio entero se había movilizado para ayudarles y esta misma tarde, protestarían contra la situación tan injusta que vivían. Por supuesto, mis padres también irían para apoyarles en estos duros momentos. Aunque por sus caras, me di cuenta de que la cosa no era fácil.

-Yo también quiero ir -dije muy decidida.

-Tú tienes que ir al colegio, además estas son cosas de mayores -me dijo papá.

-Te equivocas papá, estas no son cosas de mayores ni de pequeños. Son cosas de todos y nos afectan a todos. Es por eso que yo también iré, al terminar las clases. No puedo quedarme tan tranquila en mi casa calentita, pensando que otros niños pueden terminar durmiendo en la calle -le expliqué muy seria.

Sentí como mis padres me miraban con satisfacción, no sé, pero fue algo extraño. Era una mirada parecida a la que ponían cuando sacaba un notable en el colegio. No obstante ahora eso era lo de menos, lo que me preocupaba era si conseguiríamos detener el desahucio de esa familia. Aunque ver a mi barrio movilizado para apoyarles, ver como luchaban y no se rendían, era fantástico. Pero lo que más me gustaba era la actitud de mis padres ante los problemas de los demás. Me sentía orgullosa de ellos, porque eran buenos y solidarios. A pesar de ser una niña siempre me contaban las cosas tal y como eran. Es por eso que aquel día, comprendí un poco más su mundo y lo difícil que era ser mayor.

6 comentarios:

  1. Guauuuu, que bonita historia, muy acorde con los lamentables tiempos que corren. Supongo Lúa cariño que ya sabes lo que pasó en ese pueblo de castellón. En fin, preciosa historia y ojala todos nos concienciemos como lo hizo María y su familia. Estoy segura que micha gente está dispuesta a movilizarse para frenar los desahucios. Besos guapa.

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    1. Es muy triste lo que esta pasando en nuestro país. Vemos todos los días a familias que se quedan en la calle y parece que solo la solidaridad y resistencia consigue frenar tanto desahucio. No sé que ocurrió en ese pueblo que dices, pero si sé lo que paso en A Coruña, donde los vecinos todos juntos demostraron que las cosas podían cambiar.
      Gracias una vez más por estar ahí y por tu comentario.

      Un biquiño amiga

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  2. Y el día que toda España se ponga de acuerdo, (¿por qué no?), ese día España será el mejor pais del mundo, lo tenemos todo para que así sea. Pero hace falta mucha más unión y olvidarse de banderas porque todos los políticos son iguales, iguales.
    Ya me imagino a María enarbolando los colores de todo el pueblo. ¿Presidenta de la 3ª República?
    En fin, gracias Lúa, y felicidades una vez más por tu fantástico diarío.
    Un biquiño, amiga.

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    1. No pierdo la esperanza de que ese día llegue, por el bien de todos y por el futuro de nuestras Marías. También sería fantástico que una de ellas fuese Presidenta jeje. Gracias Fernando por tu apoyo y tu amistad.

      Un biquiño amigo

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  3. Mila Miguélez Teixeira22 de febrero de 2013, 0:38

    ¡Buenas noches Lua! Impresionante la historia de hoy ,María tan solidaria como siempre .Me encanta como entiende todo y su forma de expresarse. Teniendo unos padres como los de ella es normal que salga así qué quiera luchar por esta injusticia a su lado, esperemos que esto acabe algún día y cuando sea mayor la vida sea más fácil y la justicia sea igual para todos. Gracias como siempre y veo que estas muy activa últimamente con el diario de María me alegro .No tardes mucho en la siguiente historia. Feliz noche preciosa, un montón de bikiños linda

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    1. Gracias Mila, me alegro mucho que te haya gustado y creo que todos los padres deberían ser como los de María. Enseñando a los niños valores como la solidaridad, también espero que esto cambie y podamos dejarles un futuro mejor porque esto esta cada vez peor. Llevo unos días inspirada será que las injusticias me ponen de mala leche y por eso escribo tanto jajajaaja aunque intentaré que haya historias de todas clases, no solo de penas. Feliz noches tesoro y gracias por tu apoyo.

      Un biquiño linda

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