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jueves, 1 de agosto de 2013

Nos vamos de vacaciones

Este año, debido a la crisis, mi mamá no puede cerrar la peluquería durante el mes de agosto. Así que nos quedamos sin vacaciones porque, según dice ella, es un lujo que no nos podemos permitir. Me da mucha pena que no pueda tener su bien merecido descanso. Ella trabaja muy duro durante todo el año, hace un montón de horas diarias para que no nos falte de nada, ya que mi papá está en paro y el negocio es el único ingreso que sustenta a nuestra familia. Aunque él también ayuda en todo lo que puede y  hace alguna que otra chapucilla por ahí para traer algo más de dinero a casa. Pero no es suficiente para pagar todas las facturas y es por eso que prefieren no cerrar este mes para intentar arreglar un poco este año tan malo.

A pesar de todo esto, mis padres no quieren que nosotros suframos las consecuencias y es por eso que mañana viene mi abuelo a recogernos a mi hermano y a mí para pasar este mes en su granja. Aunque me encanta pasar las vacaciones con los abuelos, sobre todo ahora que tienen una piscina para refrescarnos, no me parecía justo que nosotros lo pasáramos bien y ellos se quedaran en la ciudad trabajando.

-Es igual mami, nosotros nos quedamos también. Además podemos ayudarte en la peluquería, yo puedo lavarles el pelo a las clientas y Pedro cobrarles por el trabajo -le expliqué intentando convencerla para que nos dejasen quedar con ellos.

-Eres un cielo María, pero esto no es discutible. Vosotros os vais al pueblo con los abuelos y quiero que lo paséis muy bien que os lo merecéis por las buenas notas que sacasteis los dos -me dijo muy seria.

-Esto todo es culpa de la malvada Señora Crisis que no para de molestar, hasta las vacaciones tiene que fastidiárnoslas ¡No es justo! Yo quiero pasar el verano con vosotros -repliqué enfadada.

-No te preocupes por nada nena, nosotros iremos todos los fines de semana. Ya verás como será muy divertido, ni te darás cuenta de que no estamos el resto de los días -me dijo papá con una sonrisa.

Aunque no era lo mismo que estar todo el mes juntos, no quise decir nada más. Entendía que mis padres todo lo hacían por nosotros y querían que tuviésemos unas buenas vacaciones aunque ellos tuviesen que sacrificar las suyas. Así que me dispuse a preparar mis cosas para que cuando llegase el abuelo al día siguiente todo estuviese listo.

Por la noche mi mamá preparó una cena especial: pizza casera y de postre flan de huevo, como despedida ya que no nos veríamos en una semana. Todo estaba delicioso, bueno es que ella es una gran cocinera y todo lo que cocina siempre estaba riquísimo. Una vez terminamos de cenar nos dijo toda la retahíla de recomendaciones que siempre nos daba cuando salíamos de casa: portaros bien, obedeced a los abuelos, ayudar en las tareas que os manden, etc. No sé para que nos lo recuerda, si ya nos lo sabemos de memoria, en fin.

Durante este mes no escribiré nada en mi diario, me limitaré a disfrutar de mi estancia en la granja e intentaré pasar todo el tiempo posible con mi familia. Así que me despido de vosotros y vosotras y nos veremos nuevamente en septiembre. Ya solo me queda desearos unas muy felices vacaciones a todos. Espero que lo paséis muy bien y no dejéis que nadie os las amargue, ni siquiera la malvada Señora Crisis, ya nos ocuparemos de ella a la vuelta.